14 septiembre 2008

"Khelimaski djili"

"Y cobijarás en tu seno a un varón, cuya fatalidad lo doblegará antes de culminar la primavera de su vida. Siete veces ha de llorar amargamente su suerte y siete veces has de llorar tú, por provocarla. Contemplarás inmóvil el avance de un oscuro caballero vestido de sedas blancas, sin espadas, sin coraza y sin fuerzas, que soplará vientos de traición y venganza en tu casa"

La Tía Martinica recuerda bien las palabras de su madre el día anterior al que huyó con Ivrahim Sardomm; tal vez, ella sabía sobre qué columna estaba apoyando sus presentes para avisorarle tales desgracias. Su madre la amaba, por ello, estaba en el deber de casarle con la familia que había acordado la dote, según la tradición gitana; pero, la entonces joven Martinica, no quería entender de leyes; en su defecto, planeó huir de Andalucía con Ivrahim, a otro campamento.
Ha pasado tanto tiempo desde entonces, que ahora que está sentada y hundida en sus reflexiones y recuerdos, frente a una fogata que no se apaga ni de día ni de noche, siente vivamente el porte de su madre arder, junto con sus palabras quemándole el alma.
Al rededor suyo, Josieta y Danitza, sus hijas, la observan genuflexas con la misma devoción que el fuego les inspira.
La Tía Martinica creyó cumplido su papel al advertirle a Van acerca de lo que estaba provocando, y no puso resistencia ante la fiera confesión del muchacho. Esos ímpetus eran, sin duda, el reflejo fiel de aquellos que le llevaron a decidir su vida, sus desgracias y alegrías.
Al salir de la habitación de Van, La Tía Martinica sorprendió a Amanda detrás de la puerta; la condujo con la mirada hasta el primer piso, y antes de llegar la emplazó:

-Habla bajo porque no quiero que nos oigan
-Tía, lo lamento, yo...
-No quiero que te disculpes. Las dos sabemos lo que está pasando aquí. Si no puedes dejar las cosas en su lugar, recoge tus ropas y vete de aquí. Lo que tengas que hacerlo hazlo sin demora.

Amanda, al llegar a la habitación de Van, decidió su vida a partir de su rebeldía, dejando al transcurrir inexorable de los minutos, la tácita expresión de sus decisiones.
La Tía Martinica, ahora delante de la hoguera, comprendió que había entregado afilados cuchillos, a cada uno, en las manos; y para su asombro, ambos se desangraron.
Josieta y Danitza, que observaban en los ojos de su madre, una grave tristeza que no comprendían, mantenían solemnemente sus silencios. Silencios que rompió su hermano Joaquín, el prometido de Amanda, con su inesperada llegada.

La Tía Martinica, permaneció dos segundos azarada e impasible; atinó a llevar lentamente el índice a sus labios para callar a Josieta y Danitza.
-Madre ¿Por qué tan callada? -cuestionó Joaquín-
-Joaquín, hijito, estaba distraída. ¿Qué haces aquí, a esta hora? -replicó temerosa
-Vine a pedirle a Amanda que me curara. Me lastimé currando las cuerdas de la guitarra.
-A ver, dejame ver. -le dijo cariñosamente tomándole las manos-
-Amanda no ha ido a la taberna de Calisto, tenía que cantar. ¿Sabes donde está?
La Tía Martinica demoraba en responder, buscando alguna forma de excusar la ausencia de su nuera o de evitarle una desgracia a su casa. En pleno fragor de su silencio, Danitza la adelantó súbitamente:
-Está arriba...
-¿En los cuartos de alquiler? –preguntó extrañado Joaquín.
-Ven hombre, déjame curar esa herida –interrumpió, indiferente de lo que acababa de decir su hija, y mostrando preocupación por el afectado.

Entre tanto, Van y Amanda, extenuados y sin pieles, oían tan lejanamente como en un sueño, una batalla de voces que pretendían, obligadamente, unas veces a encubrirlos y otras veces a delatarlos. Despertaron por fin, en medio de un jaleo en el primer piso entre La Tía Martinica y su hijo, para que éste se dejara curar el dedo que tenía lastimado antes de subir a buscar a Amanda.
El pánico se apoderó de Amanda mas no de Van, que se levantó con serenidad envidiable, abotonó velozmente su camisa y el resto de sus trajes, incluso se dio tiempo para cerrarle el corsé a Amanda y darle un beso para despedirla.

-Yo iré a ver al pueblo desde el balcón, a puerta cerrada -aconsejó Van calmadamente-; tú quédate aquí, y cuando entre él a buscarte, te sorprendes y le dices que estabas ayudándole a La Tía a arreglar los dormitorios. No temas; pues de hacerlo, te delatarás.
Ella asintió con la cabeza y Van se encerró en el balcón.
Van aguzó el oído para cerciorarse de lo que estaba ocurriendo detrás del cómplice muro que lo encubría.
-Chi (1), ¿Qué haces aquí? -preguntó extrañado Joaquín-
-Sarishan (2) Joaquín -distrajo Amanda.
-Preocupado, porque hoy en la mañana tenías que ir donde Calisto a bailar y no te has aparecido en todo el día... Te pregunté ¿Qué haces aquí?
-Qué más chal (3), ayudándole a la Tía Martinica con sus quehaceres.
-Aquí está alojado el andalucete ese
-replicó apuradamente Joaquín- ¿Como se te ocurre estar sola aquí?
-Vamos Joaquín, qué tonterías dices, todos los pasajeros saben que hay un momento para el mantenimiento. ¿No me abrazas? -remató Amanda, cerrándole los ojos tiernamente.
El cinismo se alzó un triunfo. Van, estaba contento de oir tan natural representación, pero tuvo que reprimir sus ganas de lanzarle una salva de aplausos.
-Estuve preocupado y desconcentradísimo con tu ausencia en la taberna. Tienes que avisarme chi, cuando no puedas, tienes que avisarme pues. -suplicó Joaquín.
-Evitaré preocuparte así, creí que no sería tan importante que esté o no a tu lado.
-Amanda, todo lo que hagas o dejes de hacer, me importa, me preocupa y me interesa.
-No volverá a pasar querido, quédate tranquilo.
Amanda lo besó, tal vez, con la misma ternura que besaría a Van hace instantes, tratando de borrar cualquier sospecha de infidelidad que provocara la ira de Joaquín.

Joaquín masticó indolente cada palabra de Amanda, intentando disipar sus furias para no dejar que apareciera la figura injusta de un hombre que aborda los celos sin medida, aunque en el camino tuviera que atropellar, a quien quisiera demostrarle que estaba errando. Reprimió una lágrima de impotencia y bajó al primer piso con ella, para que escucharan en familia lo que, los gitanos, llaman el Khelimaski djili; que es nada menos que una canción espontánea inspirada en una experiencia personal. Una breve composición íntima, tras la cual se celebra un debate sobre el contenido de la misma; solo que Joaquín lo evitaría al terminar.

Maldigo, amor, los setiembres
que me punzan el corazón.
No me atrape en agostos
el amor que me hiere día a día.
Sobre aguijones
he adormecido mis sentimientos,
y sobre aguijones
he de patearlos sin remedio.
Qué culpa tengo yo,
de haber anulado mi razón;
si he preferido colorear mis días
con tus suaves melodías.
Ay de mí que te quiero,
y te quiero todavía.
Que muero ante negras dudas
y densos resentimientos
Perdóname amor si te amo
pero acabo de amarte anoche
y te he odiado en este día.
Ahora quisiera estar lejos
y rendirme a los dulces placeres
de esta agonía,
de esta cruel agonía mía...

Entre lágrimas, malamente reprimidas, su mirada difusa atravesó la ventana para refugiarse en la tranquilidad de las colinas; atravesó también la puerta, y sin mediar palabra, buscó incesante los destinos de su mirada amarga.

En caló
(01) Chi: mujer.
(02) Sarishan: ¿Cómo estás?
(03) Chal: hombre

23 comentarios:

Gaby dijo...

Denis... solo puedo "exclamar": ¡¡¡Bravo!!!.

¡Que entrada tan genial!.

Me quito el sombrero ante ti. 0_0

Prueba1 dijo...

Hola Gaby, gracias; no solo por lo que dices, sino por la sonrisa que me produces, en momentos tan difíciles que me toca vivir, y pese a todo, me acuerdo de escribir para ustedes y para mí.

VIDA dijo...

Denis, un aplauso sincero, dicen que lo bueno se hace esperar.... llevo días buscando a ver si aparecía la continuación de esta historia y aqui está, inmejorable!!! ahora...de nuevo a esperar.
Cuidate
Un beso

Prueba1 dijo...

Gracias Evita, espero postear más seguido. Te cuento que estoy trabajando y casi me quedo sin tiempo de hacerlo.
Las circunstancias me dan vueltas la cabeza y las sueño constantemente, alrededor se tejen pesadillas también, y es que esta compulsión por escribir me atormenta en la medida que permanezco más tiempo en el claustro que me impone la sociedad: Las responsabilidades laborales.

Por cierto, se terminó el idilio entre la editorial que pretendía la publicación impresa de esta obra, y me he visto en la necesidad de trabajar de la manera que normalmente lo hacía.

Un abrazo.

Pedro Estudillo dijo...

Amigo Denis, también yo ando muy ocupado ultimamente y, para colmo, en un descuido destrozé mi blog antiguo obligándome a rehacerlo de nuevo (ya aproveché y cambié de aspecto).
Me alegro de que me hayas escrito, así me has obligado a reanudar el placer de seguir con las aventuras de Van. Creo que te podría salir un guión para una película genial, aunque sin olvidarte por ello de tus fieles lectores, que estamos primero.
Sinceramente pensé que ibas a ser tú el ganador del concurso del Mosquitero, te ha faltado poco, enhorabuena.
Por cierto, el enlace de tu blog está (es Letrálgica, ¿no?), lo puse esta tarde, igual tú entraste antes.
Un fuerte abrazo y espero que las aguas que ahora me mueven vuelvan pronto a su cauce para poder seguir disfrutando de blogs como el tuyo.

Prueba1 dijo...

Amigo Pedro, el aliento motivador de esta amable lectoría me conduce a tenerla siempre en primer lugar en mi mente.
Ahora, estoy preparando el Cap. 18, algo imprevisible está a punto de suceder...

Lola dijo...

Antes de leer me surge una pregunta:

Esto es una novela en capítulos continuados, no?

En ese caso, voy a volver con más tiempo para comenzar a leer desde el principio.

Bienvenido a mi blog.
Gracias por tu visita.

Rous dijo...

Hola Asu con la Amandititita creo que esta perdiendo caracter en fin :D Saluditos esperamos el proximo capitulo con ansia :D

El viejo de la bolsa de harapos dijo...

... lo tuyo es puro talento..
convinar asi las palabras..
la precision para expresarte y transmitir..
ojala a todos nos fuera asi de facil, porque.. escribir es poner en papel todo lo que nos ahoga adentro, es sacarselo de la forma mas artistica y generosa..

gracias.

Jose Antonio dijo...

Es una pena Denis lo de ese editor, el tiempo dirá lo que se perdió.

Grandes artistas pasaron por incultos que los ignoradon, pero el trabajar de ellos y su constancían con el tiempo fueron premiados.

Vuelta a la rutina no abandones tu prosa, que aún envuelta en cuernos habiendo gitanos y siendo tan peligrosa, igual nos cuentas porqué son tan cristianos.


Saludos Cordiales.

Prueba1 dijo...

Pues sí, qué más da.
De todas formas no escribo para que un editor se interese por mí, sino para sentirme humano en el camino.

Un fuerte abrazo amigo Senovilla

darkmanburt dijo...

Hola Denis, soy darkmanburt o Opaito o Ramón, como desees llamarme, entro a tu blog a parte de para verlo, para disculparme contigo por si en algún momento te sentiste ofendido por mis comentarios en el blog de Senovilla.
No ha sido en ningún momento mi intención molestar a nadie y por supuesto herir. Releyendo mis comentarios he pensado que quizas te sentiste lastimado y te puedo prometer de corazón que no me gusta para nada que mis comentarios ofendan o hieran a cualquier lector.
Por tanto te reitero mis disculpas y siento de verdad que pueda quedar un roce entre alguno de nosotros, creo que las personas estamos para entendernos y ayudarnos y nunca para ofendernos y lastimarnos.
De verdad que siento todo este mal rollo de intercambio de opiniones.
Recibe un saludo y mis felicitaciones por tu blog, me ha gustado mucho.

El viejo de la bolsa de harapos dijo...

Denis!! y el engreido de la semana??

Prueba1 dijo...

Estimado Darkmanburt, me parece que no has entendido el origen de nuestras especulaciones en una participación por comentarios.
Tal vez lo has entendido de una manera distinta, lo cual es digno de saludar, puesto que pensamos diferente y actuamos, también, de un modo diferente.

Tener diferencias nos hace más interesantes como seres humanos, en la medida que nuestras diferencias nos ayudan a localizrnos internamente y a definir y afirmar nuestra posición en el espacio. Yo te agradezco y te respeto por ser diferente, de la misma manera que tengo muy en cuenta tus aseveraciones; mi crítica por la forma como estabas llevando la conversación, no fue mas que la correccion de las formas que usas para que te entendamos, es decir, si eres vertical no tuviste en cuenta que habemos horizontales y en esa actitud encontré un desprecio que como es natural me causó una irritación que no pasó de eso.

Somos seres sensibles a lo que ocurre en nuestro entorno y es lo que en fin de cuenta debemos celebrar.

Un abrazo desde Perú amigo, y gracias por darte un paseo por este humilde librito en línea.

Prueba1 dijo...

Ya llega el engreído de la semana Estimado, y ya he elegido a uno en especial. Sí señor.

Por ahora estoy resolviendo asuntos paralelos y en seguida me dedico a la publicación del siguiente capítulo y con ello a la crítica respectiva del "Engreído".

Un abrazo.

SOMMER dijo...

Bueno Denis, una nueva entrega y una nueva sorpresa en forma literaria.
Te animo a que la intentes publicar. Es fantástica

Prueba1 dijo...

Gracias Sommer, a decir verdad ya hubo un editor interesado, y digo ya hubo porque ya se fue, creo que no le agradó mi caracter al sentirse ridiculizado cada vez que discutíamos. En fin, de cualquier modo si me gustaría publicarla, por ahora estoy armando la trama.

Anónimo dijo...

Lo que es un buen puesto. Me encanta la lectura de estos tipos o artículos. Puedo? Esperar a ver lo que otros tienen que decir.

Anónimo dijo...

Gran post. No se puede esperar a leer los siguientes:)

Anónimo dijo...

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Très gentil à vous cher ami, j'espère continuer à écrire pour ceux qui s'intéressent à la lecture. Excusez-moi mon succès français

Anónimo dijo...

¡Ah! al fin encontré lo que buscaba. A veces se necesita mucho esfuerzo para encontrar la pieza útil incluso pequeñas de información.

Prueba1 dijo...

Todo el contenido libre e irrestricto, bienvenidos anónimos.