19 diciembre 2009

Estar "A la moda"

Salvándome de establecer un axioma respecto a la moda pienso que es el cíclico arte de sugestionar al individuo ora para negar su desnudez, ergo para cubrirla de múltiples formas a cambio de dinero.
Ciertamente detrás del telón hay un selecto público que goza de la comedia resultante de su actividad creadora; de ahi se deriva el caracter fugaz entre una tendencia y otra.

De no ser así ¿Alguno del vulgo negaría acaso que el aspecto de un individuo de los años 80 es, en superlativo, ridículo?

02 diciembre 2009

El Valor de los Recuerdos

-Recuerdo que te obsequie dos o tres cosas que yo apreciaba mucho, y lo hice convencido de que no habia persona mas celosa, cuidadosa y ordenada con sus pertenencias que tú, sabía que en mis manos corría peligro y que no se librarian de mi atroz desinteres por lo puramente material; o tal vez en un arrebato de vergüenza suprimiria todo aquello que amenace producir un rubor en mi semblante, con tantas columnas blandengues en el alma un rubor no aportaría nada a la imagen inversa que acaso pretendiese. Sea como fuere y aunque no hayan pruebas materiales, el solo recuerdo me satisface.


-Hola, Van ¿Cómo estas?... Yo un poco mejor al leer tu correspondencia.Gracias por liberarme, sino de la reponsabilidad, por lo menos del peso que esa  desagradable noticia, que merecías saber, te produjera una desilusión mayor. Por lo que he podido inferir de tus respuestas es que no te llegaron las pequeñas filmaciones donde aparecen las fotografías que tan celosa, cuidadosa y ordenadamente; como tú bien lo defines; guardé. Aunque no con la intención de apropiármelos y en eso si creo haber modificado la huella genética de tu abuela Carolina Guaroto y no hablemos de Carmen Scribenz, su alter ego, ese realismo supera la ficción. Guardé tus recuerdos con el fín de hacer una reproducción de cada una y enviártelas para que puedas conservar tus recuerdos, a la manera que concebía yo se debería hacer. Pensaba yo, este Van está loco, para regalar las únicas fotos que tiene de su viaje de egresados, y miraba a tus amigos que aparecían allí: Un muchacho morochito con una mirada mas buena que el pan, el ideal de amigo que todos desean (predispuesto a escuchar) siempre aparecía con su gorra, y una chica de talante humilde dispuesta a entregarlo todo hasta lo que no tenía (seguramente maldad)... Y este otro quién sería... Este Van está loco...

-Pues bien... Por aquellos dias padecia un invierno emocional que hasta el dia de hoy estoy venciendo. Lo único que tenia a mi favor era que podía reproducir con cierta fidelidad lo que estaba sintiendo y sin embargo nunca tuve a quien decirselo excepto a mi madre y a mi mismo de manera impersonal, esto es que yo mismo me veia, interiormente, como un hombre atrapado en ese cuerpo de niño. Mis maldades estaban definidas y la escasa tolerancia hacia "los demas"; como despectivamente me referia a los repetitivos patrones humanos que me rodeaban entre los que destacaban las figuras de mi padre biologico y putativo, perversos en grados distintos; rozaba con la misantropía. Recuerdo que el amor, hacia cualquier cosa o persona, era como una joya preciosa, fantástica e incluso mágica que me proporcionaba suficientes dosis de placer para andar anesteciado por el mundo, tal vez por abusar de ese estado extásico es que me llamaban a menudo distraido, y acaso todavía me pregunto ¿Cómo no distraerse si se está en una dimensión por error u accidente?...

...Y así, con ese caracter gestándose, me era imposible mantener asuntos por un largo periodo de tiempo, el impetu por conocer nuevas variedades de afecto a falta de no tenerlo me llevaba a destruir todo aquello que amenace convertirse en recuerdo tornándome en un ser autodestructivo, mis esperanzas nacían justamente donde se extinguía cualquier vestigio de la desaparicion de algun objeto o sujeto que me haya inspirado cariño. En esas condiciones y sabiendo, o mas bien sospechando, lo equivocada de mi actitud para esos dias, puse en seis u ocho manos, que crei confiables, mis "futuros recuerdos". Fue una actitud muy temeraria, tanto que, años mas tarde, sufri la expriopiacion de dos manos, el olvido de otras cuatro y finalmente aparecen tus manos desempolvando el bahul de propios y ajenos recuerdos, dibujándome una sonrisa en el alma, impostando en un estruendo la voz de Friedrich: "Porque no ama uno con todo el corazón más que a sus hijos y sus obras".
 
Querida Tía , si en algún momento dudaste de mi locura para este momento ya deberías estar segura.
Despues de todo cada ser humano padece una diferente, asómate a la ventana y observa qué ocurre entre la gente...

24 noviembre 2009

"Días Aciagos"

Superado el sosiego de estos
mis premeditados dias de obligado descanso,
olvido que siempre tengo con quien contar
cuando solo queda delante de mi frente
el pasado crudo y el futuro ausente
el olor a la ausencia de todo en cada recodo
y el hedor a nada debajo de la almohada

Tan aciagos mis dias sin timonel y sin barco
sin luces de noche y sin sombras de dia
han vuelto sonrientes y macabros
mis felices dias de espanto
y acaso felices, pues vienen sin anunciarse
y asi tan fugaces se irán...

Siendo clavel confesaré sin temor
que ayer me senti como una rosa
nunca por ausencia de estambres
y siempre por el punzante dolor
de estas, otrora, espinas tuyas
surcando mis pieles callosas

Superado estos aciagos días de descanso
vuelvo con la ilusión marchita y las esperanzas rotas
descosidas las camisas de invierno
y el corazón al borde del último remiendo
mas tengo el penúltimo aliento de mi vida
para sonreirte cuando te sientas feliz
o cuando zurza tu alma de una herida
Amor, amor de mi vida.


Escrito para Ana Gabriela en medio de los peores dias de invierno que su innegociable ausencia me produjo.

23 noviembre 2009

"A Cuentagotas..."

Una imagen vale más que mil palabras, en tanto esas mil palabras no expresen más que hechos. Cuando se supera la linea imaginaria que traza el insustancial relato de hechos para inventariar los estados pasados y actuales del alma todo cambia.

Cuando un remedio o antidoto se suministra jamas se hace a borbotones, pues esto podria causar un mal mayor al que se pretende paliar. Para eso se dosifica y qué mejor instrumento que un cuentagotas.

El estilo castizo que nos corresponde es justamente proporcionar el maximo grado de afeccion y alta estima en apenas un saludo que puede pasar por somero para quienes no corresponde.


Mil palabras en una gota:

Gracias por responderme, me encontraba en la parada del colectivo con tu mamá y al leerte me desternille de risa por la dulce elegancia de tu crítca.
- No es mi intención consolidar un estilo ni privarlos de mi afecto, todo este silencio se debió a que me detuve un momento a comprender mi estar en este mundo y me he perdido de muchas cosas aunque tambien he ganado otras
- Te mando un abrazo, te quiero mucho y saludos a tu compañera.

Un fuerte abrazo querida Tía Yeny...

22 julio 2009

Caín y Abel en el messenger

Cierto día Caín y Abel se hallaban distantes dado que se les había ordenado mantenerse sin contacto para evitar que Abel sufriera los "ultrajes" de su hermano, sin embargo Cain tenia el correo de Abel y le agregó de inmediato...


>> Abel is online


Abel: Hola Caín... :(
Abel: Estoy de luto hermano
Caín: Caramba que alegría saber que alguien cercano partió
Caín: ¿quien fue esta vez?
Abel: mi alma, yo
Caín: te volviste emo
Abel: ajjajaajjaa
Abel: ¡nunca!
Caín: ah ok ya te estaba "ignorando"
Abel: jajaj
Caín: Cómo así hermano, cuéntame
Abel: no nada man... ¡toy q jodo!... Pucha pero en serio no se q tengo man
Abel: o sea creo q stoy cagado o ando medio cagado
Caín: a ver
Abel: es la primera vez q experimento esas cosas
Caín: vamos por partes
Caín: ¿de casualidad ocurre cuando haces una mirada retrospectiva a tu vida?
Caín: ¿Cuándo repasas lo que has hecho y lo que será de ti en el futuro?
Abel: mmmmmm algo similar
Caín: no te preocupes hermano
Caín: no es nada serio
Caín: solo estas madurando
Caín: es como cuando en la adolescencia recordabas lo que hacías de niño y de pronto te reías de vergüenza
Caín: ahora no sonríes, te preocupas; señal inequívoca que estas pasando a otra etapa
Abel: también creo q es eso..
Abel: pues todo el mundo ha notado eso en mí
Abel: dicen q ya no soy el de antes
Caín: Con un golpe de suerte Borges dirá algún día "Nosotros los de ayer no somos nunca los de hoy"
Caín: Todos los días cambiamos sin darnos cuenta y no es sino hasta que reparamos en el tiempo transcurrido que advertimos los cambios sustanciales; así es que ve eliminando esa idea negativa acerca de la muerte del alma tuya porque siendo el alma el depósito de nuestras emociones, no la sentirías muerta porque no serias capaz de sentir siquiera. Ahora mismo prueba a actuar como un niño y te sentirás ridículo. Los niños sienten piensan y actúan como niños, los jóvenes, adultos y ancianos también, con algunas execrables excepciones. Ya sabes por qué "execrables"
Abel: no lose
Abel: dímelo
Abel: pero lo q me dices me gusta y me da animo gracias también por apoyarme moralmente
Caín: porque todo acto fuera de los márgenes naturales de la existencia se condenan como contra natura
Abel: eres un genio Caín... cualquiera diría q nunca pasas penumbras en tu vida o q no tienes ningún problema
Abel: pero sobre todo eso tienes unas muy buenas palabras para animar a cualquier hermano
Caín: en realidad yo no tengo problemas hermano, tengo oportunidades para convertirlas en soluciones
Abel: :D!!
Abel: ok
Caín: así me enseño Lucio Fernandez, un hombre de lucha y esfuerzo que alguna vez fue mi jefe
Caín: y no soy un genio sino un puente que intenta canalizar la sabiduría de tantos viejos que forjaron mi moral
Caín: Ánimos Abel, la apatía es una verdadera pérdida de tiempo y energías
Caín: el nuevo Abel ya es un adulto y le toca sortear golpes más aleccionadores, tienes que estar preparado

>> Abel is offline (desde entonces)


A mi buen amigo y hermano Eduardo que día a día se va superando...

25 junio 2009

Sexto Diecisiete

Una mañana del sexto diecisiete desperté...
con la melodía matinal que entonan las aves
y el arrullo de la danza que ensayan
los árboles de mango con la brisa suave.
Agradecí al eterno mi vida con una sonrisa
y encontré el silencio de tu voz
en los gritos inquietantes de un mensaje
que lei para arrebatarme
el dolor que produce la distancia.

El sexto diecisiete
esta forjado en mi memoria,
acaso como el día que cambió la vida
de dos almas austeras y extraviadas
en el estridente fragor de la pobreza
y la cálida paz de la esperanza diaria.

Aprendieron a sonreir tus padres ese día.

Amada progenitora
viniste al mundo para engendrar amor
en aquellos que te trajeron
y en los que trajiste y moldeaste
con el esmero de un escultor.

Llegaste para sembrar sonrisas
donde el llanto impasible
azota solícito y sin demora,
supiste recordar que un dia,
antes de cobrar vida,
tuviste alas y acogiste
a quien necesitaba de tu calor
y tu alegría.

Admiro hasta las lágrimas
el peregrinar de tus días,
incluso supiste convertir
en sueños dulces
las mas graves pesadillas
y aunque la distancia
me haya robado tus abrazos
yo supe arrebatarle
algunos recuerdos para clavarle
un imperdible en mi pecho,
así llegan a ser mías al fin
las diurnas y nocturnas
caminatas interminables
de la Avenida San Martín
y el casi silencioso rezo
de nuestros pasos solitarios
por la Avenida de El Rosario.

Me quedan los dedos manchados
por apoyarlos en la pared
mientras caminabamos,
tu a mi izquierda y mis hermanos
agarrados de tu falda
cual pajarillos asustados,
siempre aclarando mis dudas
con la mujer que todo contesta
pacientemente y sin descanso.


***

Para Delfina Alicia Rázuri Espinoza, la única prueba tangible que tengo acerca de la existencia de Dios.
En el día de su cumpleaños: Diecisiete de Junio o Sexto Diecisiete

26 mayo 2009

Roca sobre piedra

Recuerdo que alguna vez, un antiguo compañero de trabajo me envió un correo cargado de quejas y maldiciones contra su otrora empleador el cual era mi amigo en la extensión mas flexible de la palabra. Por aquellos días no toleraba sugerencias de nadie, eran dias soberbios y oscuros, tal vez hoy no podría respaldar ni defender una sola palabra de lo que dije sencillamente porque ayer me conducía la furia y hoy me guía la calma, desde luego recuerdo con el rubor de una sonrisa escondida este mensaje de respuesta.

Estimado Feder
Soy conciente de cada cosa que pasa alrededor, se muy bien que las maldades paren amor; que acampan a diestra y siniestra gente sin escrúpulos que se mueven guiados por una ansiedad incontrolable de dañar para no ser dañados, la vida me ha enseñado en este corto tiempo que todo lo que hacemos no debe dirigirse jamás en favor de nadie que no sea uno, de ahi la naturaleza humana de adoptar el egoísmo para defenderse. A menudo, nos dicen nuestros padres o cercanos que allá fuera la gente es malvada, y no les falta verdad para decirlo, pues así es, la gente es muy mala pero unicamente para compensar su bondad.

Seguramente en tu lugar yo no me sentiría engañado, pues gracias a la maldad que invierten en mí soy capaz de aprender a bofetadas esas duras lecciones que la vida nos encaja. En este gran teatro del mundo solo los mejores actores y actrices se llevan los aplausos, así pues, es necesario darle la cara al golpe del malvado y golpear al desvalido con la misma moral que nos mantiene en estas tablas. Si abres un poco los ojos sabrás que todos estamos actuando y solo los que son concientes de ello arrecian el llanto y suprimen las risas francas como no sea para aquellos que aman. Así se mueven los hilos del mundo y nada podemos hacer para evitarlo. Tú, estimado Feder, continúa tu lucha y deja saber que no te caes con tan poco, Yo sigo la mía como todos los demás, ten seguro que nadie es indispensable para que la comedia continúe. No te quedes sin sonrisa porque no nos quedaremos sin payasos jamás.

Un abrazo

14 mayo 2009

"En el césped y en el fango"

Estimado Sr. Rodriguez, en un instante quise olvidarle, mas es utópico que olvide a las personas que conozco en este breve espacio de tiempo que es la vida, empero me gustaría olvidar a unas cuantas personas que lejos de compartir el ánimo de contribuir que siempre ofrecí, solo supieron restar y destruir. Afortunadamente dentro de ese grupo de personas no se encuentra Ud. en principio porque siempre se ha mostrado amplio y sincero, incluso cuando ha tenido que recurrir a la mentira lo hacía de tal modo que aquel que se precie de conocerlo lo advierta de inmediato. Cuantas veces lo he creido falto de sinceridad y me he equivocado, cuantas veces lo he juzgado secretamente sin conocer sus verdaderas causas. Como todo buen alumno, estuve llamado a malentender a mi mentor.

Sucede que hemos tenido la osadía de fundar nuestra amistad entre el cesped y el fango, para decirlo claro, entre los buenos sentimientos humanos y los intereses económicos. Y digo osadía porque hay pocas amistades que se conservan en virtud de esta doble realidad, pues cuando la amistad y los negocios cumplen el doble papel de precedente y antecedente, en una circunstancia determinada, ocurre que se pervierte. Si algo tengo que celebrar y no podría celebrar con nadie, es que somos amigos en el cesped y fuimos mas amigos en el fango. Recuerdo que casi siempre he llegado limpio al cesped, sin embargo mientras tenga una mancha en la camisa no podrá decir Ud. que salió limpio tambien...

Ya alguien me hubo dicho que soy un hombre afortunado, y no andaba muy lejos de acertar. Este país me ha sonreído y abrazado, me ha abierto puertas que no sospechaba que existiesen, he vuelto a aprender el valor de la humildad, a cambio he importado sus enseñanzas diarias, su particular vision del mundo que en muchos aspectos estaba lejos de compartir pero siempre trataba con respeto. Todo lo que mis padres me negaron involuntariamente lo he conseguido en el incalculable valor de las personas que conozco. He aprendido a reconocer la peligrosidad de mis viejas conductas y a actuar en favor de mis intereses sin perjudicar, ni pisarle la cabeza a nadie.

Yo debo tener cara de tonto o de honesto, porque a donde vaya la gente me confía sus bienes, su dinero hasta sus mujeres. La razón por la cual se me ofrece tanta confianza no la he llegado a comprender todavía, pero si comprendo qe mi deber es estar a la altura de la confianza mas radical. Todo aquello que no es mío de alguien será, y si quiero que sea mío tendré que ganármelo en el marco de la moral y el respeto por los demás.

Un fuerte abrazo y apretón de manos estimado amigo.

08 mayo 2009

"La Ventana Azul"

Caían sangrientas las tardes de ayer
sobre mis mares como lluvia eterna
Ay de estas tozudas y febriles sienes
que mezclaban la realidad con tu
aroma de orquídeas flotando estériles

En un ambiente imaginario y doloroso
volaban azahares de frutas frescas
y rodaban sobre el suelo infértil
las confusas semillas de mi verbo
mil dos veces me hiciste debil
mil y una porfié mis fortalezas

Sobre mi propio llanto he forjado
tu incomprensible mundo fantástico.
Absurdo recurrente de la ventana azul
desde la que hice brillar nuestras estrellas
sobre un firmamento cosido a la fuerza
para que cubra solo nuestras cabezas;

Aquel no fui yo, sino el que quisiste tú,
siendo educado lucía sarcástico
acaso cuidadoso, siendo despistado;
siendo círculo me veías cuadrado

Bendita mi vista que cruzó el dintel
de aquella cerúlea ventana que nos
tornó en hilo para tejer sus fantasías,
bendita la miel de ese panal monstruoso
que ha embellecido nuestros rostros
para confundirnos en agridulces alegrías

Dios guarde a la niña que sueña y
habita detrás de aquella ventana azul
guarde tambien al hombre que escribe
estas líneas desde el presidio atroz,
desde el lugar que los hombres heredan
y ahora está reservado para los dos:

La inconmensurable y finita realidad.

"Al amigo que sonríe detrás de la línea horizontal"

Estoy donde debiera estar, Amigo...

Recogiendo las semillas que sufren la indiferencia
de quienes la ven pasar con el viento
y no las recogen para sembrarlas;
estoy aquí, admirando la esencia de la belleza
antes que la belleza misma;
buscando el sur para asegurarme
que el norte me pertenece;
alentando, anticipadamente, el alma
para emprender, los próximos años,
caminos más largos
y más duros.
Estoy aquí, devolviendo el yugo
a quienes lo reclaman como suyo.

Estoy donde debiera estar,
y lo que más honra y mayor bienestar
me produce,
es que habiendo arado tanto y tan poco,
veo siempre
detrás de la línea horizontal
los rostros de quienes merecen
la expresión más grave de cariño,
el testimonio mas sincero de amistad...

Saludo a quienes llegan
con mayor entusiasmo
que a aquellos que se van

¡Vaya! Cada vez son más.

"Luna nueva tras el dintel de mi ventana"

Joaquin transita a la deriva sobre el furioso asfalto de Lima, no camina nunca de día, se siente especialmente cautivado por la belleza de la luna nueva e inventa su camino guiado por el escaso brillo de esas lunas enigmáticas que le inspiran besar las sedas oscuras de la noche elegida, para hallarse y perderse entre la multitud temprana, echar a andar su calzado hasta quedar al amparo de las tímidas luces de las calles cuando quedan vacías, austeras y desiertas; sólo en ese instante se reencuentra con sus cuerpos repetidos por doquier, recordándole cada día perdido en el tiempo.

La tarde es el reloj que lo despierta y lo motiva, las últimas luces del sol se filtran a través de las persianas decorando con líneas rojas desenfocadas el sofá sobre el que yace meditabundo, ensimismado, abstraído por la sólida imagen de un incipiente amor que él mismo desprecia para no ser agredido por la negativa inminente que sospecha.

Lucía lo atrapa en la expansión de sus encantos. El la desea en silencio lo mismo que su hermano Lucas, sólo que éste es su cándido amante, omiso al dolor de saberse traicionado por los callados deseos de su amada.

Ya el encanto estremecedor de la tarde se ha esfumado, Joaquín espera que su habitación luzca llena de vacíos, antes de partir decide encender una vela para iniciar su ritual a la esperada Luna nueva.

Susurra cauteloso…
Esta noche serás mía y serás de todos a la vez, los suaves vientos que anidas en los mares llegan hasta mí como aroma de primavera, tu sensualidad colorea mis deseos, bajo tu sombra he de embriagarme y me dejaré caer con tu caída irreparable, Luna negra y esquiva, ¿A dónde he de arrodillarme si ya casi me quedo sin piso de estar contemplando tu belleza sin igual? Tráeme lluvia menuda y levísimas tempestades, agita los mares en favor de mi camino nocturno, cierra mis ojos a tu ardiente y furioso amante que me devasta una vez al día con su presencia luminiscente, a cambio he de danzar para ti con interrenal alegría.

Luna, aquí me tienes, apoyado sobre este umbral que hiere mis brazos abatidos por tu tristeza aparente. despeja esas densidades para que no se acabe mi noche jamás, déjame soñar, déjame amarte y te amaré sin tregua y sin pausa.

Lucía que en secreto le oía, oculta detrás de la pared junto a una de las jambas de la ventana que era el improvisado templo de Joaquin, cayó sobre sus propias piernas, arrodillada, entumecida, azorada por las febriles confesiones de este hombre al que amaba secretamente, descubierta únicamente a través de los pletóricos y susurrantes deslices involuntarios de su mirada.

Joaquín, sabiéndola oculta y justo debajo de su ventana, eleva su persiana y arroja su rostro suavemente hacia la calle. La halló indefensa, recostada sobre sus miedos, falseando su clandestinidad.

-Lucía… -ella le miró sobrecogida- A ti te amo más…

Joaquín caviló para si mismo: Una noche de Luna nueva tras el dintel de mi ventana, esta vez no inventé mi camino, tal vez la luna la inventó por mí: un excepcional camino nocturno en la insuperable compañía de Lucía, esta vez en dirección a mi almohada.

07 mayo 2009

"Araguaney"

Cual rey encubierto entre la plebe
flotas inmerso en la densidad arbórea
desde la que extiendes tu verde alfombra;
sin querer caminas, sin querer te mueves,
¿Quién te reconociera? Ayer sin corona,
hoy, Araguaney voluptuoso y sonriente

Acaso las lluvias cual caudal decembrino
arrastran tus antiguas hojas secas
trazando en estas cálidas tierras
el largo peregrinaje que oculta tu camino
sin estar bajo tu sombra me sientes
y aun estando en ella no logro verte
oh rey encubierto entre la plebe

Alcance el cielo a asomar el brillo de tus rayos,
y llegue a los vientos el aroma que despide
aquel toque de rocío con las flores de tus manos,
eleva tus brazos pardos al firmamento eterno
deidad chrisantha que visitas nuestro suelo;

Dorado de alegría, sonries hoy Araguaney;
esparciendo a los vientos tus sonrisas
nos devuelves la esperanza de un mañana.
Ayer, encubierto entre la plebe, y hoy
vestido de rey con áureas flores sagradas


Te irás con la llegada del sol ardiente
ahogarán tu misteriosa belleza
las lágrimas del cielo y tus hojas muertas,
las mismas que un día te trajeron
anunciarán tu regreso en breve.

29 abril 2009

"Cero"

Era una fría mañana de marzo. El sol, en una actitud insolente, se habia ido sin avisar; las nubes grises y las constantes lloviznas limeñas anunciaban o amenazaban un invierno frío y duradero.
Aún hoy resuenan en mi mente las noticias de esos días, los desastres naturales propiciados por un fenomeno climático natural parecian presagiar la futura turbulencia que cambiaría el resto de mis días; en su defecto, mi espíritu atribulado por las graves inconductas de mis padres, se encargaría, ¡Cómo no!, de cambiarle la vida a más de uno a partir de ese mismo día.

"Cero en conducta" me propuse secretamente mientras me dirigía al colegio.
Tengo todo planeado, una vasta experiencia en perversión y mala influencia aprendida en mis duros días de escuela primaria. Me romperé la boca y escupiré sobre la espalda de la directora, buscaré una tachuela para alojarla en la nalga de algún compañero. Robaré cuadernos o libros para culpar a otro de mis injustificados latrocinios. Haré lo que sea con tal de que me expulsen de ese antro que llaman escuela.

En primera instancia podría no entenderse esta actitud ardientemente infantil, tal vez porque estas pensando como adulto ahora. Retrocede lentamente en el tiempo desde tu imaginación, cierra tus ojos y verás que las dimensiones desaparecen y se confunden con los recuerdos y la inocencia, con la absurda impotencia de no ser tan alto como el resto o no tener el poder de invocar una palabra de respeto que incline los oidos de los demás hacia tus razones; retrocede hasta donde te enseñaron solo a escuchar y sentirás como de pronto nuevamente tu piel exhala ese perfume adolescente que te obliga a no sentir temor jamás.

Eran esos días de pubertad en la que me obligaban a tomar decisiones. Todavía permanece el eco de la enérgica voz de mi padre: Tú decides, te vas a un colegio militar o a uno evangélico.
Era una decision bastante dificil para ser mi debut. Ya el régimen militar lo estaba viviendo en casa, de modo que no tenía elección, mi proximo colegio sería un campo de concentración de mojigatos, pervertidos, hijos de drogadictos, adulteras y toda clase de gente ruinosa que busca en las fauces de la religion un hálito suave que les de sentido a sus minúsculas vidas. Yo tenía esta opinión de los cristianos evangélicos, tal vez porque observaba con detenimiento los pasos de mi padre y no deseaba ser uno de ellos nunca, además de mi padre habían muchas personas enfermas metidas en un escondrijo suntuoso que denominaban Templo y que visitábamos a diario en las noches...

...Ciertamente, las noches eran mi castigo diario desde que me presentaron a este sujeto a la edad de seis años, lo amaba por necesidad o porque sentia una gran presión social al adherirse la paternalidad sobre mi. Estoy seguro que jamas le dijeron que los hijos no son propiedad de los padres, puesto que el actuaba como si yo fuera su mejor juguete o su obra de exposición, casi siempre se mostraba orgulloso; casi siempre... En presencia de sus amigas las cosas cambiaban y yo pasaba, por decreto paternal, de ser su hijo a ser su sobrino: menuda ocurrencia de mi padre para ganar terreno con las feminas; aunque desde mi punto de vista particular, esta actitud lo convertia en un cínico y cobarde, carente de un argumento valido y un plan de acción para enfrentar y resolver sus necesidades más básicas. En fin, ya me ocuparé de el más adelante.

Por lo pronto, ya había tenido una experiencia previa con los funcionarios de ese colegio. En esos tiempos mi madre aunque decía quererme y preferirme solo tenía cabeza para ocuparse de mis hermanos, y mi padre aquejaba siempre falta de tiempo. Meras excusas para no confesar, una: que el hombre que tenia por esposo no se lo permitia; y el otro: que sus actividades viriles eran mas importantes que el desarrollo personal de quien personifica la consecuencia ultima de sus actos. Así es que solo quedo yo, y por obra de arte de la supervivencia tuve que arreglar mi matricula y los trámites básicos para mi inscripcion escolar secundaria.

Estaba sintiéndome muy triste al recordar con cariño mis otrora amigos del Colegio miraflorino Independencia, ese sí era un colegio, como ningun otro tenia salones especiales donde se impartia adiestramiento en mecanografia (de donde, gracias a la musica de las teclas, nació mi pasión por escribir), mi colegio era lo que, con seguridad, mis amigos del barrio llamarian un "cole pituco*" donde asistian toda suerte de muchachitos adineraditos y chicas bonitas y de ojos claritos. Recuerdo con nostalgia a los mellizos Torres que se las ingeniaban, por medio de señas audiovisuales, para actuar al unísono: un verdadero espectáculo para los tontos como yo que muestran su admiración sin el minimo asomo de rubor; había uno que destacaba por jugar basquet un tal López, si mal no recuerdo; cada vez que hacía algo bien el tipo repetía constantemente -Yo conchetumadre, arrastrado jueputa. Yo Fernando Salinas- para que lo recordasen por sus virtudes, lo repitió tantas veces durante el año que, guiado por un mecanismo de defensa, aún con mi extraordinaria memoria, tuve que hacer grandes esfuerzos para recordarlo y aún tengo cierta duda. El galán de la clase se llamaba Anibal Trebejo y yo, como todo mestizo, que no encajaba en los niveles de intercambio de las chicas que el, sin esfuerzo, atraía ferozmente, me propuse ser su amigo inseparable. Así, sacando partido de la timidez de mi amigo, arreglaba las citas a cambio de ardientes besos en el cuello a las interesadas; de lo cual hoy, como es natural, no me hace sentir nada orgulloso, sin embargo a veces conseguia contactos mas allá de lo propuesto.

Extrañaba, esa fría mañana de marzo, aquellos días felices en el colegio Independencia de la Av. Angamos, me expulsaron de ahí, atendiendo las denuncias de las alumnas y sus respectivos padres por mis desvergonzadas prácticas. No obstante, debo anotar en este punto que no me sacaron por pervertir alumnas sino por estafarlas en sus intenciones o mejor dicho por no cumplir con mi parte, dado que en el camino me enamoraba de algunas de ellas.

Y así. Iba en el autobus, camino a mi nuevo colegio, tratando de recordar cómo se llamaba. Cuando me dispuse a bajar en el paradero que me correspondía me dí con la ingrata sorpresa que no habia llevado mis pasajes. ¡Ay! Qué será de mí, no tenía ni para comprar un rin y llamar por telefono a casa para que me auxilie mi padre. ahora si que lo estaba extrañando al miserable.
Resuelto a enfrentar la situación se lo comente al encargado de cobrar los pasajes:
-Sr. buenos días, disculpe que lo interrumpa así, me he levantado tarde hoy y me vine con tanta prisa que dejé mi pasaje en la mesa del recibidor, si Ud. accede a creerme yo me comprometo a ser lo suficientemente honesto para pagarle el pasaje de hoy la próxima vez que lo vea.

Mientras se lo explicaba el seguía pregonando sordamente los lugares por donde pronto pasaría y anunciando a las personas que se iban a bajar; por otro lado yo mismo no entendi lo que dije. No bien termine de hablar y una horda incontrolable empezó a bajarse del autobus: Se pinchó un caucho. No podía creer lo afortunado que era. Así es que, desdeñando al cobrador y profiriendo lisuras irrepetibles, me sumé a los que bajaban del autobus.

El Estadio Nacional de Lima con su imponente altura me producía un temor que solo sabrán conocer aquellos que sufren claustrofobia, pues sienten como se van haciendo mas pequeños al mismo tiempo que las cosas alrededor se vuelven mas grandes. Caminaba con total desaprensión y descuido, como si me hubiera bajado en Angamos para ingresar a mi antiguo colegio. En ese instante recordé que no tenía ni un centavo para regresar a casa y menos para comer algo a media mañana antes del almuerzo.

Estaba viendo de lejos a una multitud de padres apostados detrás de las rejas del colegio, ya el ruido del megáfono me advertía, a tres cuadras de distancia, el ritual nacionalista que practican todos los colegios, en la medida que iba acercándome noté que el fervor nacionalista se convirtió pronto en fervor religioso. La melodía del himno nacional se apagó en el quebranto de una honda tristeza y lastimera alegría de una dulce oración pentecostés... Gloria gloria gloria gloria gloria.

24 abril 2009

"Maldad"


Julián es un hombre como de cuarenta y dos años, cuyos días transcurren, a la intemperie, entre el asfalto y el césped de la pequeña ciudad donde vivo. No habla con nadie y casi siempre tiene la mirada perdida en el vacío como preguntándose (o respondiéndose) algo interesante, además acostumbra a cazar moscas con los dedos para desmembrarlas con destreza quirúrgica antes de anesteciarlas para siempre. Supongo que debe tener algún amigo, pues lo he visto ensayar discursos, mirándose en un espejo inexistente...

Esta mañana lo vi muy triste, abrazando sus piernas flexionadas ligeramente, con la espalda alargada para dejar descansar la sien sobre sus rodillas. Olvidé que era un monstruo para los demás y me acerqué a el para preguntarle...
-¿Por qué has entristecido Julián? Abrió lentamente uno de sus ojos como protegiéndose del sol, observé en ss ojos tanta oscuridad que casi no pude permanecer un segundo más por el temor que me producía su silenciosa mirada. No fue sino su voz lo que me salvó de correr en ese momento...
-¿Julián me has llamado? ¡Julián! -Exclamó mirando hacia atrás- Tenemos visita en casa...
-Tengo que irme -le dije asustado- solo quería que sepas que me preocupa que estés triste... -Mira 'Julián'-emplazó seriamente mirando a un costado- Este niño me ha confundido contigo, y ha mostrado su preocupación por mi estado de ánimo. Parece que ya se retira, así es que...
-Lo siento Julián -me dirigí a su imaginario interlocutor para tranquilizarlo-, no quiero parecerle grosero, ocurre que mi padre me ha dicho que no me acerque por aquí porque dicen que su amigo es un hombre malo. En seguida Julián se echó a reir ruidosamente -¡Soy un hombre malo! ¡Malo! -reía desbordado en una risa que parecía atorarle- Súbitamente guardó silencio, y me apuñaló con sus pupilas azules, examinando en mi mirada algún apoyo a esa acusación infame-
-¿Que entiendes por maldad hijito?
-No sé... -contesté temeroso -¡Julián! -llamó a su imaginario- Mirad que precioso regalo tenemos aquí, he aqui un niño que viene del seno que abriga a esa horda de locos que nos rodean, una pequeña entidad viviente que ha emergido de la sima de la gran ciudad, ciertamente los niños poseen mayor cordura hasta que se les inocula esa ponzoña letal llamada moral- Julián retorcía su cuerpo sobre el cesped, mudaba su rostro a un sinnumero de gestos desagradables, yo creo que estaba sufriendo, porque a veces hablaba con demasiada dificultad, como si alguien detras de el intentara obstruirle para no dejarlo hablar. -¡Suéltame! No vas a impedir que se lo diga. -vociferaba a intervalos- No dejes de mirarme niñito, si quieres comprender lo que tus padres no quieren que comprendas jamás. Por mucho tiempo se ha dictaminado que la maldad es carencia de bondad cuando la bondad es el estado en el que se carece de maldad, el hombre bondadoso es un ser miserable, enclenque, un cuerpo sin huesos, desprovisto de toda fuerza natural que determina la sana supervivencia. La evolución de las especies, en suma la selección natural, sería un error sin el ejercicio eficaz de la maldad. ¿Hubieran tenido alas las aves? ¿Acaso veneno las serpientes? Con seguridad, no tendría melena ni fuerza en el rugido, el león que conocemos hoy. La maldad o inclinación al mal es el tónico más eficiente para la preservación de la especie, no la confundais con perversidad, pues esta deriva del uso de la bondad como mecanismo de protección ante el sórdido descubrimiento de la indefensión personal, de ahí se deduce que no es malo si no malvado aquel que pretende instaurar la bondad entre los hombres, en esa simple acción se revelan sus planes contradictorios en favor de la extinción. Yo recuerdo a un muchacho llamado Cicerón; un cínico impresentable y maestro de la hipocresía, que sentenció: "Cuanto mejor es una persona, más dificilmente sospecha de la maldad de los demás". Semejante premisa solo puede arrojar un resultado verdadero si el sujeto de juicio es un retrasado mental o un feliz desmemoriado, pues para ser una persona mejor es preciso no serlo en principio, es decir, tener la necesidad de trabajar en la eliminación de todo aquello que se considere un antivalor; calculo que a este hombre le faltó sinceridad para afirmar: "Cuanto mejor es una persona, más facilmente observa la maldad de los demás". Unicamente un hombre sincero, es decir que no teme por su vida, puede definir la maldad sin medias tintas, sin temor a la censura...



La maldad del mundo se hace posible sólo por la sanción que tú le das.
Ayn Rand

La maldad es la osamenta de la bondad.
Van Scribenz

20 abril 2009

"Mi sueño estaba escrito"

...Todos venían junto a mí, pero nadie parecía advertir mi lugar. Quiero entender qué esta pasando, por qué de pronto me cierran el paso y me ahuyentan como si no me reconocieran.
Dos pequeños se acercan a mí solo parra llevar sus manos a mi frente, eso me hace sentir tan contento que me sorprende un temblor en todo el cuerpo. Cuando esos niños se alejaron de mí, me detuve para contemplar el horizonte, tal vez, en la infinita luz del cielo, encuentre el consuelo salvador que me aleje del sabor amargo que me produce el rechazo y la mirada fiera.
Recuerdo nitidamente la noche que antecedió a este triste atardecer, solo ha sido ayer, sin embargo tengo la sensación de haber vivido un siglo. Debo estar hablando otro idioma porque nadie me entiende lo que digo ni quieren hablarme, solo contestan a mi desesperación con caricias que no quiero y mandatos que no comprendo.
Ahora que estoy frente a este horizonte gris y pretendo entenderlo todo, termino entendiendo nada. ¡Un momento! dije gris. ¿Gris? ¡No hay colores¡ ¿Qué le han sucedido a tus colores, oh cielo? ¿A dónde ha ido tu rosada belleza, atardecer traicionero? tú tambien me vas a tratar como me tratan ellos. Me han robado los coolores de mis pupilas, a cambio me han dejado solo luces para mendigar sombras. No entiendo qué está sucedien...

-Ven para acá, ven, ven, ven. -Me dijo mi hermano con extraña ternura- Tranquilito, venga que le voy a hacer un regalito.
-Qué pasa José, ¿qué quieres de mí? -le pregunté; pero como no me respondió, me acerqué con cuidado.

No advertí que me había encadenado hasta que un tirón casi me asfixia cuando traté de alejarme. En cuanto más trato de salir de este espantoso asombro, tanto menos lo logro. Me quejé con todos y solo con indiferencia fui atendido. Me sentí humillado y vapuleado no solo por ellos sino porque en el fondo no podía sentirme yo, quería mirar el pedacito de cielo que cae sobre mi cabeza con la esperanza de adivinar la mirada compasiva de Dios, pero ni siquiera eso podía hacer, miraba mis pies como si fueran mis manos y hacía cosas que jamás hubiera hecho en mi sano juicio. ¡Debe ser eso! He perdido el juicio. Ahora lo entiendo todo, he enloquecido.

-¿Entonces qué puedo hacer? -me preguntaba mientras me arrastraban por el cuello con la cadena- Actuaré como ellos esperan que lo haga, ¡O mejor aún! Actuaré como ellos.

José, mi hermano, tiraba rabiosamente de la cadena que sujetaba mi cuello, mi falta de costumbre me obligaba a resistir, pero como estoy loco, esto debe ser una cosa normal y debo estar contento de estar encadenado. Sí señor, qué bonitas estan mis cadenas.
¡Esto está funcionando! Los que vienen con nosotros me tratan con empatía, con cariño, así como yo los he conocido siempre. Traté de hablarle a José, imitándole.

-Oye, José ¿A dónde vamos?
-Ya chiquito, ya-ya-ya -Me respondió-
-Ya pues José, ¿A dónde vamos? Dime.
-Yo te voy a dar algo a la hora que lleguemos.

Nos detuvimos en medio de un barullo.
¡Una fiesta. Qué bien!, La gente en medio de la calle, comía, bailaba y bebía. Me adelanté, olvidando la cadena, para bailar comer y beber con el mismo desenfreno que mostraban los demás. Yo fingía muy bien estar cuerdo, pero los demás enloquecieron.

-¡Fuera! ¡Fuera de aquí! Desgraciado, ¿Quién ha venido con este animal?
La muchedumbre encajó en mi cuerpo toda clase de golpes: carterazos, patadas, manotazos. Me aventaron todo lo que encontraron, intenté defenderme, pero preferí calmarme entendiendo que el demente era yo.
Mi hermano José me cogió por la espalda, me detuvo las manos, me cargó con cariño y me llevó escalones arriba hasta la azotea.

La noche, oblicua para mí, me ofrecía sus mas bellas constelaciones. No logré divisar a la luna, y yo que quería convertirla en el despliegue de mi profunda melancolía, que era el mayor malestar de mi estado de locura. Ay de mí que no encuentro cordura, he perdido mis pasos, mis colores, mi ternura. No quiero llorar, pero este pesar irremdiable me obliga, ahora soy prisionero de mi mismo, de mí y de mis abismos.

Lloré y lloré toda la noche.
Yo creo que se olvidaron de mí porque nadie vino a buscarme cuando se detuvo la música, las luces y los gritos desaforados. Nadie ha venido a buscarme, peor aún, no recuerdo el camino de regreso a casa. Lloré incansablemente hasta que dos sombras oscurecieron una pared apenas iluminada, uno de ellos sostiene un palo, el otro trae una escoba.
Se acercaron a mi amenazándome. pensé en huir pero era demasiado alto para arrojarme.

-Maldito animal, vas a dejarnos dormir aunque tengamos que matarte -dijeron antes de desmayarme a golpes-

Después sentí mis músculos contraerse con violencia con cada golpe, traté de cubrir mi rostro, dejando expuestas mi piernas, mis manos, mi tórax. No pude defenderme más. No pude.
Me cogieron de la espalda, como se coje a un animal sucio, alargándome la piel. Un ojo que no pude cerrar me mostró, de un lado, dos caras llenas de risa y burla, del otro, un vacío hacia el asfalto que me revolvía el estómago.
Caí tan pesadamente y de bruces que apenas sentí el ruido.

Nuevamente los colores aparecieron delante de mí, La noche era azul oscura, y las casas parecían sonreir nuevamente al escapar de las sombras de mi disminuída visión. Sentí la lluvia caer sobre mí, sentí más frío y me levanté feliz de estar vivo.

Miré mi cuerpo destruído, pero no lo sentí como mío...
¡Un perro! He sido un perro. He sido un perro y he sido un sueño. Sentí ganas de correr, correr antes que el olvido destruya este sueño, Tengo que llegar a tiempo a mi blog, una hoja en blanco debe estar esperando por mí ahora.

No tuve que escribirlo; ni siquiera recordarlo, ya todo lo había olvidado; mi sueño estaba escrito.