26 mayo 2009

Roca sobre piedra

Recuerdo que alguna vez, un antiguo compañero de trabajo me envió un correo cargado de quejas y maldiciones contra su otrora empleador el cual era mi amigo en la extensión mas flexible de la palabra. Por aquellos días no toleraba sugerencias de nadie, eran dias soberbios y oscuros, tal vez hoy no podría respaldar ni defender una sola palabra de lo que dije sencillamente porque ayer me conducía la furia y hoy me guía la calma, desde luego recuerdo con el rubor de una sonrisa escondida este mensaje de respuesta.

Estimado Feder
Soy conciente de cada cosa que pasa alrededor, se muy bien que las maldades paren amor; que acampan a diestra y siniestra gente sin escrúpulos que se mueven guiados por una ansiedad incontrolable de dañar para no ser dañados, la vida me ha enseñado en este corto tiempo que todo lo que hacemos no debe dirigirse jamás en favor de nadie que no sea uno, de ahi la naturaleza humana de adoptar el egoísmo para defenderse. A menudo, nos dicen nuestros padres o cercanos que allá fuera la gente es malvada, y no les falta verdad para decirlo, pues así es, la gente es muy mala pero unicamente para compensar su bondad.

Seguramente en tu lugar yo no me sentiría engañado, pues gracias a la maldad que invierten en mí soy capaz de aprender a bofetadas esas duras lecciones que la vida nos encaja. En este gran teatro del mundo solo los mejores actores y actrices se llevan los aplausos, así pues, es necesario darle la cara al golpe del malvado y golpear al desvalido con la misma moral que nos mantiene en estas tablas. Si abres un poco los ojos sabrás que todos estamos actuando y solo los que son concientes de ello arrecian el llanto y suprimen las risas francas como no sea para aquellos que aman. Así se mueven los hilos del mundo y nada podemos hacer para evitarlo. Tú, estimado Feder, continúa tu lucha y deja saber que no te caes con tan poco, Yo sigo la mía como todos los demás, ten seguro que nadie es indispensable para que la comedia continúe. No te quedes sin sonrisa porque no nos quedaremos sin payasos jamás.

Un abrazo

14 mayo 2009

"En el césped y en el fango"

Estimado Sr. Rodriguez, en un instante quise olvidarle, mas es utópico que olvide a las personas que conozco en este breve espacio de tiempo que es la vida, empero me gustaría olvidar a unas cuantas personas que lejos de compartir el ánimo de contribuir que siempre ofrecí, solo supieron restar y destruir. Afortunadamente dentro de ese grupo de personas no se encuentra Ud. en principio porque siempre se ha mostrado amplio y sincero, incluso cuando ha tenido que recurrir a la mentira lo hacía de tal modo que aquel que se precie de conocerlo lo advierta de inmediato. Cuantas veces lo he creido falto de sinceridad y me he equivocado, cuantas veces lo he juzgado secretamente sin conocer sus verdaderas causas. Como todo buen alumno, estuve llamado a malentender a mi mentor.

Sucede que hemos tenido la osadía de fundar nuestra amistad entre el cesped y el fango, para decirlo claro, entre los buenos sentimientos humanos y los intereses económicos. Y digo osadía porque hay pocas amistades que se conservan en virtud de esta doble realidad, pues cuando la amistad y los negocios cumplen el doble papel de precedente y antecedente, en una circunstancia determinada, ocurre que se pervierte. Si algo tengo que celebrar y no podría celebrar con nadie, es que somos amigos en el cesped y fuimos mas amigos en el fango. Recuerdo que casi siempre he llegado limpio al cesped, sin embargo mientras tenga una mancha en la camisa no podrá decir Ud. que salió limpio tambien...

Ya alguien me hubo dicho que soy un hombre afortunado, y no andaba muy lejos de acertar. Este país me ha sonreído y abrazado, me ha abierto puertas que no sospechaba que existiesen, he vuelto a aprender el valor de la humildad, a cambio he importado sus enseñanzas diarias, su particular vision del mundo que en muchos aspectos estaba lejos de compartir pero siempre trataba con respeto. Todo lo que mis padres me negaron involuntariamente lo he conseguido en el incalculable valor de las personas que conozco. He aprendido a reconocer la peligrosidad de mis viejas conductas y a actuar en favor de mis intereses sin perjudicar, ni pisarle la cabeza a nadie.

Yo debo tener cara de tonto o de honesto, porque a donde vaya la gente me confía sus bienes, su dinero hasta sus mujeres. La razón por la cual se me ofrece tanta confianza no la he llegado a comprender todavía, pero si comprendo qe mi deber es estar a la altura de la confianza mas radical. Todo aquello que no es mío de alguien será, y si quiero que sea mío tendré que ganármelo en el marco de la moral y el respeto por los demás.

Un fuerte abrazo y apretón de manos estimado amigo.

08 mayo 2009

"La Ventana Azul"

Caían sangrientas las tardes de ayer
sobre mis mares como lluvia eterna
Ay de estas tozudas y febriles sienes
que mezclaban la realidad con tu
aroma de orquídeas flotando estériles

En un ambiente imaginario y doloroso
volaban azahares de frutas frescas
y rodaban sobre el suelo infértil
las confusas semillas de mi verbo
mil dos veces me hiciste debil
mil y una porfié mis fortalezas

Sobre mi propio llanto he forjado
tu incomprensible mundo fantástico.
Absurdo recurrente de la ventana azul
desde la que hice brillar nuestras estrellas
sobre un firmamento cosido a la fuerza
para que cubra solo nuestras cabezas;

Aquel no fui yo, sino el que quisiste tú,
siendo educado lucía sarcástico
acaso cuidadoso, siendo despistado;
siendo círculo me veías cuadrado

Bendita mi vista que cruzó el dintel
de aquella cerúlea ventana que nos
tornó en hilo para tejer sus fantasías,
bendita la miel de ese panal monstruoso
que ha embellecido nuestros rostros
para confundirnos en agridulces alegrías

Dios guarde a la niña que sueña y
habita detrás de aquella ventana azul
guarde tambien al hombre que escribe
estas líneas desde el presidio atroz,
desde el lugar que los hombres heredan
y ahora está reservado para los dos:

La inconmensurable y finita realidad.

"Al amigo que sonríe detrás de la línea horizontal"

Estoy donde debiera estar, Amigo...

Recogiendo las semillas que sufren la indiferencia
de quienes la ven pasar con el viento
y no las recogen para sembrarlas;
estoy aquí, admirando la esencia de la belleza
antes que la belleza misma;
buscando el sur para asegurarme
que el norte me pertenece;
alentando, anticipadamente, el alma
para emprender, los próximos años,
caminos más largos
y más duros.
Estoy aquí, devolviendo el yugo
a quienes lo reclaman como suyo.

Estoy donde debiera estar,
y lo que más honra y mayor bienestar
me produce,
es que habiendo arado tanto y tan poco,
veo siempre
detrás de la línea horizontal
los rostros de quienes merecen
la expresión más grave de cariño,
el testimonio mas sincero de amistad...

Saludo a quienes llegan
con mayor entusiasmo
que a aquellos que se van

¡Vaya! Cada vez son más.

"Luna nueva tras el dintel de mi ventana"

Joaquin transita a la deriva sobre el furioso asfalto de Lima, no camina nunca de día, se siente especialmente cautivado por la belleza de la luna nueva e inventa su camino guiado por el escaso brillo de esas lunas enigmáticas que le inspiran besar las sedas oscuras de la noche elegida, para hallarse y perderse entre la multitud temprana, echar a andar su calzado hasta quedar al amparo de las tímidas luces de las calles cuando quedan vacías, austeras y desiertas; sólo en ese instante se reencuentra con sus cuerpos repetidos por doquier, recordándole cada día perdido en el tiempo.

La tarde es el reloj que lo despierta y lo motiva, las últimas luces del sol se filtran a través de las persianas decorando con líneas rojas desenfocadas el sofá sobre el que yace meditabundo, ensimismado, abstraído por la sólida imagen de un incipiente amor que él mismo desprecia para no ser agredido por la negativa inminente que sospecha.

Lucía lo atrapa en la expansión de sus encantos. El la desea en silencio lo mismo que su hermano Lucas, sólo que éste es su cándido amante, omiso al dolor de saberse traicionado por los callados deseos de su amada.

Ya el encanto estremecedor de la tarde se ha esfumado, Joaquín espera que su habitación luzca llena de vacíos, antes de partir decide encender una vela para iniciar su ritual a la esperada Luna nueva.

Susurra cauteloso…
Esta noche serás mía y serás de todos a la vez, los suaves vientos que anidas en los mares llegan hasta mí como aroma de primavera, tu sensualidad colorea mis deseos, bajo tu sombra he de embriagarme y me dejaré caer con tu caída irreparable, Luna negra y esquiva, ¿A dónde he de arrodillarme si ya casi me quedo sin piso de estar contemplando tu belleza sin igual? Tráeme lluvia menuda y levísimas tempestades, agita los mares en favor de mi camino nocturno, cierra mis ojos a tu ardiente y furioso amante que me devasta una vez al día con su presencia luminiscente, a cambio he de danzar para ti con interrenal alegría.

Luna, aquí me tienes, apoyado sobre este umbral que hiere mis brazos abatidos por tu tristeza aparente. despeja esas densidades para que no se acabe mi noche jamás, déjame soñar, déjame amarte y te amaré sin tregua y sin pausa.

Lucía que en secreto le oía, oculta detrás de la pared junto a una de las jambas de la ventana que era el improvisado templo de Joaquin, cayó sobre sus propias piernas, arrodillada, entumecida, azorada por las febriles confesiones de este hombre al que amaba secretamente, descubierta únicamente a través de los pletóricos y susurrantes deslices involuntarios de su mirada.

Joaquín, sabiéndola oculta y justo debajo de su ventana, eleva su persiana y arroja su rostro suavemente hacia la calle. La halló indefensa, recostada sobre sus miedos, falseando su clandestinidad.

-Lucía… -ella le miró sobrecogida- A ti te amo más…

Joaquín caviló para si mismo: Una noche de Luna nueva tras el dintel de mi ventana, esta vez no inventé mi camino, tal vez la luna la inventó por mí: un excepcional camino nocturno en la insuperable compañía de Lucía, esta vez en dirección a mi almohada.

07 mayo 2009

"Araguaney"

Cual rey encubierto entre la plebe
flotas inmerso en la densidad arbórea
desde la que extiendes tu verde alfombra;
sin querer caminas, sin querer te mueves,
¿Quién te reconociera? Ayer sin corona,
hoy, Araguaney voluptuoso y sonriente

Acaso las lluvias cual caudal decembrino
arrastran tus antiguas hojas secas
trazando en estas cálidas tierras
el largo peregrinaje que oculta tu camino
sin estar bajo tu sombra me sientes
y aun estando en ella no logro verte
oh rey encubierto entre la plebe

Alcance el cielo a asomar el brillo de tus rayos,
y llegue a los vientos el aroma que despide
aquel toque de rocío con las flores de tus manos,
eleva tus brazos pardos al firmamento eterno
deidad chrisantha que visitas nuestro suelo;

Dorado de alegría, sonries hoy Araguaney;
esparciendo a los vientos tus sonrisas
nos devuelves la esperanza de un mañana.
Ayer, encubierto entre la plebe, y hoy
vestido de rey con áureas flores sagradas


Te irás con la llegada del sol ardiente
ahogarán tu misteriosa belleza
las lágrimas del cielo y tus hojas muertas,
las mismas que un día te trajeron
anunciarán tu regreso en breve.