22 agosto 2008

"Oh Soledad, Patria Mía"

-Amanda ¿Dónde estás cariño?
Una voz gruesa y quebrada interrumpió el improvisado idilio de Van y Amanda

-¡Corre! ¡Corre! –Musitó impaciente Amanda, la gitana- No deben verte aquí, ¡escóndete! ¡Allá, allá! Detrás de esas balas de paja.
-¿Por qué? No he hecho nada. ¿Quién te busca?
-No seas necio, te lo ruego, haz lo que te digo.
-Me iré, pero no te vayas de mí -Suplicó Van-
Ella le respondió con un beso en la frente, que le sirvió de juramento y Van corrió detrás de los fardos ayudado por la barrera de una hilera de carruajes vacíos, estacionados frente al árbol cuyo susurro de hojas y ramas había sido el trasfondo de la sinfonía que le había inspirado hace un momento. Van huyó, sin sentir el deseo de hacerlo, sin saber por qué lo hacía, sabiendo nada pero sospechándolo todo.

Amparado detrás de los bloques, observando las colinas vacías, halló la fuerza necesaria para comprender su nuevo estado, ahora sus pasos siguientes se tornaron incalculables, todo lo que antes fue físico y comprobable ahora era indiscutiblemente metafísico y salvaje, solo los subterfugios que anidaba en el alma podían darle cierta estabilidad para respirar y no cerrar los ojos en el vano afán de desaparecer al saberse perdido, sin rumbo y sin casa.

-Te fuiste sin decir nada -reclamó el hombre, que buscaba a la gitana-
-Joaquín, querido, después de bailar sin descanso me sentí muy cansada -excusó Amanda-
-Entonces te hubieras ido a casa en vez de dar aquí hasta las pajas. Nuestra madre -así se refieren los gitanos comprometidos cuando hablan de la madre del novio- nos está esperando para tomar el tilo y dar gracias a los santos, es mediodía, si no te apuras llegarás a la hora de la comida y vas a ganarte una reprimenda que nos va a dejar calientes los oídos. ¡Vamos levántate!
-Sí es verdá, la tía Martinica debe estar esperándonos, no sé que me ha pasado, me ha poseído una fuerza incontrolable, parezco preñada.
-¡Ni lo digas mujer! Lo deseo, pero todo debe darse como guía nuestro patriarca.
-Hombre, castígame la boca por parir tonterías. Vamos, pues...

Van, del otro lado, aguzaba tísicamente el oído para enterarse. Amanda estaba comprometida, lo escuchó todo, casi todo, porque el viento agitaba violentamente la copa de los árboles, las ramas que otrora bendecía ahora las maldecía. Pero no había en la escena mucho que descifrar, le bastaban los ojos para darse cuenta de la realidad. Una realidad que no toleraba porque la mujer, que estaba yéndose con otro ahora, le había sujetado fuertemente con las cadenas ardientes de su encanto animal.
Ahora Van no quería pensar en nada más, no podía hacerlo aunque quisiera. Cogió un bloque pequeño como almohada y se rindió ante el temor para sosegar los embates del probable acecho del que pudiera estar siendo objeto. Van Meditaba:

-En su lugar no me habría quedado tranquilo, seguramente mandaría a alguien para que husmee, para saber si ahí, junto a una mujer mas temerosa que dubitativa, hubo alguien que quisiera, muy infelizmente, robarme la novia a pedacitos de galantería. Qué me voy a quedar tranquilo, si lo que quiero es no soportar una llaga mañana arañándome ahora y curando de inmediato la herida provocada. Vendrán a buscarme, seguro que así será. Aquí los espero, venga quien venga: yo soy un extranjero, no tengo casa ni dinero y he venido a tomar la siesta ¿Cuál es el problema?

No logró dormir, pero mantuvo cerrado los ojos y pasando saliva, más por ansiedad que por pura necesidad, pensaba en los caminos que lo habían traído hasta ese paraje indescriptible de mediodía, le agradaba en cierto modo estar rodeado de colinas, de arboles cómodos y pequeños, de un cielo tan azul que penetraba en sus pupilas, de hombres enloquecidos por su cultura, pero sobre todo le llenaba de alegría estar lejos de esa masa hirviente de pequeños burgueses algemesinenses; sin embargo extrañaba mucho a Fernando, seguramente el sabría qué hacer en estos casos, pues esta es la tierra cuyos habitantes odia sin descanso…

-¡Atrás! ¡Atrás malditas!

Van sintió en el pecho el golpe de una frazada torcida, una vez tras otra. No supo, en el lapso del descanso hasta la reacción, si le estaban golpeando o acariciando, porque no parecía que le estuvieran atacando. Tenía al frente a un anciano, envuelto en una sábana, que le golpeaba frazada en mano, y repitiendo las mismas palabras: ¡Atrás! ¡Atrás malditas!
El hombre destorció la frazada y le cubrió rapidamente.

-Joven, cómo va a quedarse a dormir, aquí, entre brozas y paja. No sabe Usted que es temporada de tabarros.
-¿Tabarros? ¿Qué son tabarros?
-¡Canesú! ¡Los vientos repentinos perturban a los ríos y esos ríos mismos a las tempestades todas! –clamaba indignado el hombre contemplando el cielo, con los ojos nunca abiertos.
-¿Qué? –reclamaba van aquella frase extraña y la ignoró al reconocerse ignorante- Explíqueme por favor que está pasando, me ha envuelto como si nos tuviéramos que proteger de…
-Tabarros joven, llegan enjambres de tabarros a estas tierras poco antes de la siega, todos les tememos porque su picadura causa dolores indecibles.

Van, visiblemente espantado, echó la vista donde le condujo el índice del anciano. Tamaña sorpresa se llevó al observar el cuerpo inerte de un insecto que parecía prehistórico, un animal enorme y espantoso, semejante a la avispa pero con el tamaño de un puño campesino.

Más espantado que al principio, cuando creyó inútilmente que vendrían a buscarlo, arriesgó la frazada devolviéndola a su bienhechor y corrió, corrió en cualquier dirección, alejándose de las colinas y adentrándose en el pueblo. Los lugareños no le prestaban demasiada atención y esto, en cierta medida, le reconfortaba. La apariencia de andaluz errante pudo haberlo camuflado muy bien entre ellos, le asimilaban con general indiferencia. Pronto dejó de correr y se fue a la posada que eligió en la mañana. Sus cavilaciones entre la hojarasca, el viento, los arboles y la paja resultaron tan profundamente estremecedores que las horas lo sorprendieron para alelarlo hasta las ultimas luces de la tarde que moría.

-¿Dónde estaría Amanda ahora mismo? –Se preguntaba- Seguramente con el hombre que más tarde le acompañaría hasta su alcoba –resignaba al mismo tiempo que cogía una silla para apostarse en el bar de la entrada.

-Una copa doble de ron y un tilo frío por favor –ordenó, aturdido por el desconcierto y devastado por la soledad, álgida soledad que en la mañana de hoy la sintió ajena y perversa. Ahora la soledad es nuevamente su fiel compañera. Dos tragos más y ya evocaba al amo de la soledad: “Oh Soledad, patria mía”

20 comentarios:

David (Estoespaverlo) dijo...

Tengo una pregunta Denis ¿Eres escritor profesional o siemplemente es que te gusta? Te lo pregunto por que lo desconozco. No soy un cotilla ¿sabes?. Te digo esto por que escribes unas cosa tan bonitas y tan corretamente escrito, gramaticalmente hablando. Sin faltas y todo eso. Bueno tu ya me entiendes. Saludos.

Offtopic: Gracias por agregar el nuevo blog. Aquí voy a poner muchas mas cosas ya lo verás por que el código es libre y eso me lo permite. Saludos.

Prueba1 dijo...

Estimado David, hago lo que hago porque me mueve el deseo de trasladarles mis sentimientos con el mínimo margen de alteración, en realidad la gramática es un obstáculo que debemos superar por obligación y necesidad en la tarea que me propongo, lo menos que puedo hacer es "intentar" elaborarlo de la manera más correcta posible, aunque esto es relativo porque gramaticalmente lo que hoy es correcto, mañana no lo será...

AntonioEZafra dijo...

Amigo Denis, siempre escribes como los ángeles. Ya te he dicho muchas veces qye me gusta la escritura descriptiva y tu la bordas...jejeje

Sobre lo de los tabaredos...eso nunca lo había oído...buscaré en google a ver que son, porque me han acojonado.

Un saludo amigo y continúo mi paseo para devolver amores.

AntonioEZafra dijo...

Por cierto, me veo entre los más buscados...jejeje y has cambiado la plantilla...me gusta.

Un saludo amigo.

Prueba1 dijo...

Mi buen amigo Toni, la plantilla ahora es por turnos, aprovecho la habilidad de manejar gráficos para darle un toque a cada capítulo, entonces siempre la imagen le corresponde al último. Si te gusta me quedo tranquilo, estoy por buen camino.
Oh casi lo olvido, los insectos descritos, son tabarros amigo. :)

zina montenegro dijo...

Buenas noches Denis y muchas gracias por tu visita. Lamento profundamente haber expresado mal un sentimiento del que, pot otra parte, me afirmo. Es error muy extendido entre algunos europeos el atribuir el término America a Estados Unidos, y creo que en el contexto del artículo se entiende. En cualquier caso no me referia al continente, sino a ese noble pais boreal. Me han llamdo muchas cosas en la vida, pero pseudoclasista nunca, lo cual me da mucha pena, porque al final ser pseudo es no ser nada. No creo que el continente en el que vivo sea hoy un ejemplo de nada, pero encarna en su historia unos valores, ni mejores, ni exclusivos ni elevables a categoria, pero que, como muchos, aspiramos a recuperar, por que la libertad y la justicia y la igualdad son universales, aunque por algunos mundos de Dios no se estilen. Y en cuanto a la manos, mientras no me las amputen, como es moda en algunos lugares civilizados, hare con ellas lo de siempre, levantar la que me de la gana, que generalmente es las dos.
Gracias por abrirme el camino a un blog maravilloso, el tuyo.

Prueba1 dijo...

Zina en su comentario habla de un debate acerca de la labor periodistica y el movimiento de los medios frente a una tragedia nacional ocurrida en España. Yo me tome el atrevimiento de comentar algo con lo que discrepaba abiertamente y ella ha tenido la amabilidad de atenderlo.

Por otro lado todos sois bienvenidos a este espacio que fabrico con mucha dedicación para quienes gustan de la lectura.

Un abrazo Zina (mujer culta y de verbo punzante y acertado)

Anónimo dijo...

hoy un primer comentario, me gusta la narrativa y la manera de tratar de expresar todos los sentimientos humanos con letras (lo cual es bastante dificil), hare mas comentarios cuando lea todo lo que tienes escrito hermano. un abrazo a la distancia que solo es fisica y no amical

Prueba1 dijo...

Aldo Lozano, es por decirlo menos, el más entrañable hombre que haya conocido durante mi adolescencia.
Como tal me entusiasmo su participación y lectoría.
Muchas gracias Aldo.

Rous dijo...

Hola:d ya me moria por ver que pasaba con Amanda y sobre todo con Van y aun que esperaba un poco mas de acción me agrado mucho el relato :D aa y una pregunta para Van... ¿Con que vaz a pagar la copa?

Prueba1 dijo...

Van Scribenz: Tengo dinero, me queda más de la mitad con el que llegue a Valencia, calculo que si lo gastara todo en tragos (que me encantaría) seguramente bebería unas veinte mil copas más.

VIDA dijo...

Denis, que bien lo logras, ya estamos dentro de tu historia, esperando reacciones, y desarrollando sentimientos encontrados hacia los personajes.
Tus lectores nos preocupamos por ellos, les has dado VIDA.
Abrazos!!!!

Prueba1 dijo...

Senovilla les dio más VIDA, porque desde hace un tiempo, los personajes pueden contestar a los lectores, de modo que nada queda suelto: nada.

Me toca pensar más...

zina montenegro dijo...

Muchas gracias por el honor, del que no creo ser merecedora.
Un beso

Susana Peiró dijo...

Estimado Denis:

Estoy pasando, casi sin tiempo para la lectura y te pido disculpas (los lunes son fatales)

Me debo a mí misma, profundizar este artículo y varios, por lo que he podido apreciar.

Mientras, te dejo mis saludos y deseos de una buena semana!

Prueba1 dijo...

Zina ¡Qué modestia!
Te enviaré algo que escribí respecto de la soberbia, es probable que podamos discutirlo.

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Susana, me complace tu visita, sobretodo porque te has dado maña para escapar de la administracion de tu blog (que debe ser una tarea extenuante), para dar hasta este humilde lugar.

Estoy más que halagado con la visita de Zina y Susana, quienes las conocen sabrán por qué.

Pedro Estudillo dijo...

Este Van va de una en otra. Este capítulo parece más subrrealista que otra cosa; lo digo por lo de los tabarros y el viejo de los demonios. Yo más bien pienso que ese viejo era más listo de lo que parecía, y lo que en verdad pretendía era librarlo de algo peor que los tabarros esos. Claro que eso sólo lo sabes tú que eres el creador... o no, eso es lo mágico de las historias, aparte de lo escrito, el lector puede imaginar lo que quiera.
Como siempre, sigues bordándolo.
Un abrazo amigo.

Por cierto, respecto a mi entrada de esta semana, me has pillado; a ti no se te escapa nada.

Susana de Argentina dijo...

Gracias por pasar, y dejarme tu sincero comentario! un beso muy grande!!

Nube Viajera dijo...

Devolviendo la atencion de visita ami espacio, he llegado a conocer el tuyo, y me llevo una historia bastante buena eh.

Dejo besos de nube

SOMMER dijo...

Fantástico relato. Espléndido. Boquiabierto me quedo...