03 agosto 2008

"Un Gitano Encubierto"

La tarde que Van llegó a casa de los padres de Fernando, un armónico aire de orden y pulcritud que no habia experimentado antes lo abordó al entrar, le robó los ojos un brillante patio adornado con mosaicos de flores en sutil biselado sobre ásperas mayólicas de granito, suavemente coloreadas de un verde que daba la sensacion de estar pisando un incipiente musgo artificial, a medida que avanzaba a las escaleras lo envolvia un pacífico olor a uvas frescas que lo llevaban por una imaginaria travesía a Véneto, esa ciudad elegida para el reposo de los dioses.

Tal silencio se rezaba en esa casa que sus oídos irreflexivos atendían a la música distante que produce el aleteo de las aves, silenciando sus pasos sobre cada peldaño; las cucardas apostadas estratégicamente en los extremos del rellano daban la sensación de bienvenida a cualquier forastero, por más ajeno que este se pretenda. Van se emociona a tal punto que teme que, en cualquier momento, las solemnes notas del Réquiem de Mozart terminen arrebatándole la idea fija de estar sobre terreno humano. A lado suyo Fernando, habituado a ese ambiente mágico, le hablaba atropelladamente del día siguiente que irían a pasar, Van distraído asentía con involuntarios movimientos de cabeza. Un portazo en el primer piso y los desaforados gritos de dos niños sustrajo a Van de su imaginario aire fresco de Véneto y las voces de la melodía que tanto temía…

-Váyanse a jugar al otro patio -Regañó cariñosamente Fernando-
-Mi papá no quiere porque alguien dejó abierta la puerta trasera y teme que hayan ladrones cerca -replicó uno de los niños mas bien sonriente que asustado-
-¡La puerta trasera! !En qué estaba pensando!
-¿Sucede algo Fernando?
-atinó a preguntar Van
-Nada lol, sólo que dejé la puerta abierta hace un momento que te gasté la broma para alcanzarte al otro lado de la calle.
-¿Y es muy grave?
-No lo sería si la casa no estuviese frente a frente con los gitanos
-¿Lo gitanos dices? Es extraño, pero cuando pronuncio eso: “los gitanos”, mi mente ubica sinónimos oscuros como adivinación, rencor, engaño, perversión, malicia, miseria y así por el estilo.
-Pues lejos lejos no estais, los gitanos son gente muy despreciable, practican toda clase de faltas contra la sociedad civil organizada, allá detrás de la via ferroviaria han asentado sus chozas ayudados de mantas, comen sin utensilios y crían animales para comerlos después. Son gente insana, le dedican culto al hurto y para ello se valen de todo tipo de armas. Hombre, pero no te hagais lios con eso, están cerca de nosotros sí, pero muy lejos de ser como nosotros, tan sólo les falta pelambre para que la zoología se encargue de su análisis.

Van conocía gente muy similar, así es que no le espantaba mucho las graves descripciones de Fernando, por el contrario lo invitaba a arrojarse sobre ellos para conocerlos mejor. Las furibundas expresiones de Fernando lo incomodaron, sus padres y abuelos eran como los gitanos que él describía, y ese estilo pura sangre que empleaba para referirse a ellos, lo había escuchado de algunos amigos, que forjó en un barrio residencial de Lima, cada vez que querían referirse a los habitantes de, Arizmendi, el pueblo donde vivía. Una hilera húmeda le recorrió desde la nuca hasta perderse en la mitad de su espalda.

-¿Acaso soy un gitano encubierto? -se preguntaba- ¿Podría considerarse gitano a un hombre cuya única falta para una sociedad segmentaria consiste en haber nacido marginal? No, claro que no -respondíase en silencio- La pobreza o marginalidad como gusta llamar el hombre acomodado a los desposeídos, es sólo una circunstancia, una feliz circunstancia, pues a cambio de pelear por defender la integridad de las riquezas físicas resulta más noble luchar por mantener la moderación, cosechar francas amistades, no tener que comprar aceptaciones grupales, hallar en la solidaridad el punto culminante de la evolución del hombre como animal sociable, entender la anarquía como un proceso inicial para la aceptación de la igualdad de los hombres y respetar las desigualdades surgidas con la única finalidad de crear mejores igualdades. Vaya ser pobre es la mejor circunstancia para nacer -reflexionó- No tienes que mirar hacia abajo porque estás abajo, ni siquiera mirar arriba porque a través de la expresión íntima de tu existencia puedes frotar con cariño esas cabezas inutilmente altivas que, en creerse superiores son inmensamente inferiores desde el mismo lente por el que miran. Ahora bien, -continuó excitado- existe una grave inconsistencia entre el marginal apabullado por la línea divisoria que trazan los que le temen y aquel que por la fuerza de su espíritu logra borrar esa línea sin sus manos, ese marginal confundido y obligado a representar una terrible sed de violencia no es más que el resultado de tal marginación. ¡Qué barbaridad! el Hombre crea por medio de sus temores, la amenaza más temible para sí.

Esa noche Van durmió placidamente, abrigó sus ideas para nacer feliz al día siguiente, al día siguiente ha de encontrarse perdido en algún semejante allá al otro lado de la vía que separa a los gitanos del resto de la “sociedad civil organizada” de la que hacía alarde su buen amigo y mejor enemigo Fernando Portal Ibarreda. ¡Si hasta el nombre lo delata!

Van Despertó con las venas henchidas de sangre, azorado por un latido violento, los amplios ventanales de la habitación de huéspedes que ocupaba, le inducían a descorrer las cortinas pronto, las colinas que cortaban las luces tempraneras de esa mañana radiante le indicaron el camino.
¡Es preciso que cruce la vía! -proclamó en su pecho-
Gitanos, secretamente queridos, han de dejarme penetrar en vuestras tierras, porque la fuerza que llevo encima sospecho que no es del todo mía, no atajéis mi cuerpo porque este es el único transporte que tengo para descubrir vuestro espíritu, vuestra lucha, vuestro pesar y vuestra alegría…

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Denis, me gusta este episodio de tu novela. Pero quisiera aclararte que no soy gitano. Soy hijo de emigrantes andaluces, y en consecuencia: andaluz, que no es lo mismo que ser gitano aunque ser andaluz es ser parte de lo que es un gitano, en definitiva. Mi mujer es peruana del Callao, ya que he visto que tienes un amigo peruano. Conozco muy bien a los gitanos y no es lo mismo un gitano vasco que un gitano andaluz. En relación a tu novela, me gusta tu estilo. Tienes una buena forma de describir el entorno que rodea a los personajes con adjetivos calificativos mordaces e incisivos. Me recuerda, quizá por el hecho de que eres vasco, a Pio Baroja ya que el describía muy bien el entorno donde el personaje se difuminaba con él. Me gusta el entorno vasco en el que enfocas al personaje y quiero que sepas que leeré mucho más de ti. Si tienes alguna pregunta que hacerme sobre gitanos o lo que quieras aqui me tienes. Un saludo. Y gracias por tus comentarios.

Anónimo dijo...

Seguiré leyéndote. Saludos.

Prueba1 dijo...

Para mí es un honor, tener a un andaluz o gitano andaluz como invitado en este circulo de lectura. Mi nombre es Denis Lizarbe. Aciertas sobre el origen vasco del apellido. Nací en Lima, Perú hace 27 años.
La empresa de escribir esta novela se apoya en una natural inclinación por estudiar el comportamiento sociocultural del hombre contemporáneo.

La prometedora cita de Pio Baroja me impulsa, de inmediato, a buscarle un espacio en el estante a alguna obra suya, veré cuál, ya que no recomiendas una, te agradezco sobremanera este aporte.

Rous dijo...

Que padre de verdad me encanta tu forma de narrar y creo que me identifico con Van por que a mi me gusta ser de todos lados aun que muchas veces la sociedad hace que te encasilles en algo ya sabes, fresas, nacos, pobres, ricos, rockeros, salseros, etc. lo bueno que mi grupo es de todo

Prueba1 dijo...

Daniel Rázuri (el narrador): En efecto Rous, la sociedad nos desmenuza y nos junta para hacernos parecer como similares; en escencia somos muy similares, pero son las conductas particulares que adoptamos y la personalidad que nos formamos lo que nos hace diferentes y únicos, sin embargo esto no significa que debemos ser insociables sino, que debemos apuntar a fortalecer tolerancias para una sana convivencia. "Ser de todo" como dices.

Jose Antonio dijo...

ah¡¡Es el famoso post de la discordia GITANA.
De Pío Baroja yo leí Zalacaín el Aventurero, la cual te recomiendo.

Bueno creo que en el blog de Fermín fue donde te comentó como es el autentico mundo gitano.

Saludos y sigo leyendo

Prueba1 dijo...

¡Zalacaín el Aventurero! ese sí es un dato, un lector que contribuye a una obra que se esta gestando es, sin duda, un coautor que se agazapa.

Muchas gracias Senovilla, tu aporte lo recibo con todo cariño y con asaz curiosidad.